"El pH de una
lagrima", se titula la carta que escribe una residente de Medicina
Familiar de Gijón, Sara Yebra (CS La Calzada II, España). La carta se ha vuelto viral en poco tiempo; con
comentarios sobre todo positivos, también existen los destructivos y hasta los
que creen que son "cursilerías".
Ya sea prosa, verso o poesía, puede resultar inspirador; y,
la opinión de este servidor, es que hay que reconocer la sensibilidad y empatía
que se describen en el relato. Una muestra bastante objetiva de lo que puede
cursar por las ideas de los postgradistas del primer año, algunos incluso lo
llaman "crisis del R1".
Creer que no sabes nada y temer a que no lo sabrás todo. Lo importante, no quedarse con las ganas de desaprender lo
malo, ni de salir de la ignorancia de lo subjetivo (humanidad), tal vez para
los pacientes tiene casi igual peso que lo objetivo (conocimientos), Humanidad y Conocimientos, expectativa del usuario, realidad de los profesionales?
Les dejo el relato para que reflexionen y expongan sus
opiniones.
Saludos,
Medicina Familiar Ecuador
Porque nos relacionamos con personas y no con enfermedades. Debemos dar al ser humano el valor que merece en cada una de sus esferas.
ResponderEliminarMe parecieron muy interesantes sus analogías
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